Descripción
Autor: José Ramón Saiz Fernández
I.S.B.N: 978-84-96920-01-9
Año: 2007
Edita: Ediciones Tantín
Nº de páginas: 553
El estreno de la autonomía el 31 de enero de 1982 con la entrada en vigor del Estatuto, coincidió con una situación de grandes problemas e incógnitas a todos los niveles.
En los cuatro años que discurren entre 1978, cuando se aprobó la Constitución, y 1982, año en el que el Estatuto entró en vigor, nuestro país vivió el azote del terrorismo con un balance terible de cuatrocientas muertes violentas, al que hay que sumar un alto número de heridos.
El panorama económico era el siguiente: la inflación oscilaba en torno al 20% y el desempleo alcanzaba un 17%, la tasa de paro mayor de Europa. En tan poco tiempo, vivimos varias crisis de Gobierno de la nación; un voto de confianza, una moción de censura, la dimisión de un presidente -Adolfo Suárez- y la investidura de otro -Lepoldo Calvo Sotelo-; la disolución de las Cámaras y la convocatoria de nuevas elecciones, escenario al que hay que añadir el golpe de estado del 23 de feberro de 1981.
Por otra parte, los problemas “domésticos” de Cantabria eran realmente angustiosos. En los últimos años de franquismo no se había avanzado nada en comunicaciones e infraestructuras, tan necesarias para salir del aislamiento provincial, y la renta per cápita se había estancado perdiendo los puestos privilegiados del desarrollismo de los años setenta. La industria se encontraba, además, en porceso de reconversión con la pérdida de varios miles de empleos.
En este contexto general tan complicado, gobernamos durante 14 meses para poner en marcha y afianzar los primeros cimientos de la autonomía, periodo constituyente que culminó con las primeras elecciones autonómicas. El responde a mi visión personal de lo acontecido en esta etapa en la que ejercí la responsabilidad de Consejero Adjunto al Presidente y de Relaciones Institucionales del Primer Gobierno de Cantabria (1982-83).